Los consumidores de hoy en día tienen períodos de atención más cortos, lo cual es un desafío importante porque la cantidad de comunicación entregada es más alta que nunca. A través de todo este «ruido en la comunicación», los consumidores se han vuelto muy selectivos en los mensajes que ven y absorben. Esta selección se realiza de forma subconsciente en una fracción de segundo y es impulsada por la emoción. Las nuevas tecnologías y la proliferación de canales ahora están cambiando profundamente la forma en que los consumidores interactúan con las comunicaciones y las marcas. Para interrumpir este proceso de selección, los desencadenantes emocionales deben usarse en el contenido.

Por Marcos Terenzio
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